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A través de tus ojos

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Entra en mi alma a través de tus ojos, y sabrás que te quiero. Esta noche, seremos uno sólo  un solo cuerpo un solo pensamiento un solo amor.

La que escribe

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Me siento extraviada completamente extraviada perdí el amor hacia mí, me perdí. Mis uñas sangran por tanto herirme me duelen mis manos por tanto golpearme me estrangula este dolor, me consume. Ya no puedo vomitar los gritos son mudos, ya no puedo escapar. Ya no soy cuerpo ya no tengo alma soy toda cenizas, soy nada. Tengo miedo de escribir mi verdad, ésta soy yo sin ningún vaso de alcohol.

No me negaré

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No negaré mi sangre ni mi sexo, tampoco mi color de piel. No negaré, ni me negaré que soy mujer, soy la voz que alza la fuerza y el valor de muchas, que fueron silenciadas por el miedo. Soy la herencia de mi madre y mi abuela indígenas que luchan por la libertad e igualdad de todas. Soy esa semilla germinada para ser escuchada, respetada y amada. Seré la roca inquebrantable el fuego vivaz para defender a mis hermanas de la tiranía de una sociedad machista. Jamás negaré lo que soy, jamás me negaré de ser mujer.

No hay mas dolor

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No te lloré esa noche, tampoco te recordé aquel día. Porque hace mucho tiempo mi corazón se perdió entre suspiros  de dolor y llanto. Fue en otoño que desistí mientras las estaciones del año pasaron como rayos de luz y sombra. De tanto esperarte frente a la ventana, mi primavera murió. Toqué mi pecho fuertemente y comencé a sentir, que ya no dolía. Y por fin, comencé de nuevo a sonreír.

Detrás de Ellas

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Tú, Hombre. Nunca seques las lágrimas de una mujer porque en ellos encontrarás la verdad. (Reflexión)

Silencio

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Cuando tus palabras no dicen nada, solo tu mirada lo dice todo. Silencio. Nada importa solo tú frente a mí.

No me llames india

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No me llames india porque no lo soy. Soy la hija de una estirpe de rudos navegantes de crímenes bestiales e insanos vicios. No me llames india porque llevo en mis venas sangre guerrera Lenca  derramada por la resistencia bajo el yugo de la espada roja  y el grito de conquista española. Soy el producto del feroz látigo de las cadenas eternas y la violación hacia mi madre indígena por mi padre soldado español. Soy la hija de la angustia, del dolor y desesperación de un pueblo forzado y exterminado por la unión de dos coronas los reyes católicos de Aragón y de Castilla para adorar al Dios de los blancos. No me llames india porque no lo soy. Soy esa descendencia de ojos verdes y de piel canela de trenzas largas y pómulos salientes de piernas fuertes y manos ágiles. Soy la otra España el parto de dos culturas la sangre mezclada la nueva idiosincrasia la nueva esperanza de una nueva nación. No me llames ind