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Mostrando entradas de enero, 2016

Tus Ojos

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Es, reflejo manantial de dulce primavera que fertiliza los campos llenos de lirios de mi huerto vacío. Manso arroyo que encierra la exquisita plenitud de la calma que apacigua mis temores en una noche de tormenta. Rítmica nota que hace vibrar mi cuerpo desnudo al compás de los pliegues de una aurora robada en la eterna noche de una canción silenciosa. Errátil lucero de mágico esplendor que atraviesa mis pupilas avivando el éxtasis más sublime de mis anhelos. Destello de luz inéditos de sutiliza penetrante y misterioso que me hace hablar sobre poesía en cada tarde lluviosa. (Dedicado a William García)

Como te llaman

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¡Prostituta!... Cuántas veces te han llamado prostituta. ¡Cuántas!... una, dos, cien, mil veces. ¡Prostituta!... te grita la vecina. Ésa, la Santa, la que se persigna tantas veces, ¡Tres padres nuestros! por la mañana y ¡veinte Ave María! por las noches. Para ser bien vista en el Reino de Dios. ¡Prostituta!... te grita tu madre. Ésa, la que se avergüenza haberte parido, la que entre botellas de guaro, te crió. ¡Prostituta!... te grita tu padre. Ése, el que te violó a los quince años, te abandono; y regresó para exigir perdón. ¡Prostituta!... te grita la religión. Porque ante los ojos de Dios, sos hereje, impura, impía. Que a ojos cerrados oran para que regresen las practicas inquisitivas. ¡Prostituta!... te grita la sociedad. Que en nombre de las buenas costumbres, te escupen, te ignoran, te detestan y te destruyen. Te convertiste en maniquí carnal para los hombres, Por tres monedas te

Miedo

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Tengo miedo… a la sangre brotada en abismos inmutables por ensueños obscuros de sombras fugaces de almas silenciosas abrasadoras por el fuego lúgubre y a la rota semilla germinada con tristezas guardadas y selladas en tinajas. Miedo por el grito arañado por la muerte por las palabras que han decidido suicidarse mil veces por mi boca a ese corazón mutilado por su propia mano a ser ese cuerpo vacío de impotencia, tengo miedo a salirme de mí.

Me he Olvidado

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¡ Hace mucho tiempo que me olvidé! …de sonreírle a la vida de saborear cada día el alba, de contemplar el dulce canto de los pájaros de admirar a los traviesos árboles que juegan con el viento. Me he olvidado… de apreciar la risa incalculable y la inocencia de los niños, de sentarme por las noches a contemplar la magnífica luna llena …y pedirle deseos, como los enamorados. ¡Hace mucho tiempo que me olvidé! de estar descalza a la orilla de la playa y gritar lo inmenso y divino que es el océano. Se me olvidó llorar de alegría, de amor y de tristeza , se me olvidó lo que es el hambre; y de amar a mi prójimo. Me volví de piedra envuelta en hierro, perdí la inocencia la sencillez y la humildad. No volví a correr en los campos y colinas No volví a jugar con las flores No volví a valorar, admirar y amar lo que tengo No volví…porque lo he olvidado todo.

Nada

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Borraste mi sombra de tu piel tus manos se quejaron para no tocarme insípido se hizo tu tacto en mi cuerpo, desgastaste tus pupilas al no verme y tus ojos se quemaron para no besarme. ¿Se te olvidó amarme? o todo lo borraste, esa noche se desgastó la lámpara se detuvo el reloj el cerrojo se oxidó y por mi ventana la mañana lloró.

A ti Hombre

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Yo te he visto a ti, hombre de poca mirada y de sueños perdidos. Hombre de mente llena de crucigramas y de manos vacías. (que te cuesta decir, la palabra amor) Yo te he visto a ti, hombre de ojos profundos y labios de témpano. Hombre transitorio por las noches que busca de cama en cama los placeres. Hombre de poca esperanza, de vida transversal y corazón frío. (que te cuesta decir, la palabra amor) Lánzame una mirada tácita para no seguir sufriendo. No me hieras más; hombre misterioso porque esta; que esta frente a ti se esta muriendo de amor.

Lo que callamos

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Cuántas veces he callado. ¡Cuántas! Cuántas veces te he esperado de madrugada. ¡Cuántas! Cuántas veces he lavado tu ropa con olor de otro perfume, que no es el mío. ¡Cuántas! Cuántas veces te he perdonado tu indiferencia. ¡Cuántas! Cuántas veces he pensado en no dejarte. ¡Cuántas! Cuántas veces lloré por cobarde. ¡Cuántas! Cuántas veces le harás el amor. ¡Cuántas! Cuántas veces seguiré callando tu traición. ¡Cuántas!...