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Corazón Roto

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Brisa  he lada que  se encarna en tu pecho y te lo estruja. Ilusiones desvanecidas  de promesas rotas de un ayer. Suspiro infinito y triste, llanto ahogado y corto por el dolor. Tus lágrimas cesan y se secan, impotencia de no hablar, dolor agudo en tu garganta. Cierra los ojos y de nuevo com ie nzas  a  ll o r ar .

Aparición

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  Llegaste a mí de una forma tan extraña, ¡impetuoso!... como las olas del mar cuando arrebatan la orilla . (Dedicado a William Garc ía)  

No ser

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Cuando  dejé de ser yo misma , y dejar que los demás fuesen Yo. Y por primera vez, vi mis manos pálidas como la luna llena, y mi rostro gastado por los ultrajes del tiempo. Y comencé a llorar, llorar de dolor.

Hoy me acompaña

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Hoy me acompañan los fantasmas de trapos sola me quedo yo otra vez. ¡Sola!... con la lámpara la almohada el tenedor el  plato la silla. Lo que mas temí está parada frente a mí.

Los Matices

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Que utopía más absurda que creé, la mofada me hace verme al espejo y más se ríe al aceptar el café. Lo claro es claro la realidad no se cambia la lección ya se sirvió y la burlada se dio.

La Muchacha Ebria

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Mariposa estropeada por el alcohol, que en brazos desconocidos te dejas pisotear . Entre cantinas, cortinas de humo y alcohol la virtud has perdido, gesticulas, gritas, lloras y sueñas una ausencia, ¿muchacha ebria, que penas llevas? Eres Inefable ternura para los hombres te enredas con los sudores molidos de esos hombres desnudos en esa noche negra te abandonan en cualquier motel para ellos sólo fue sexo sofocante y te desgastaron de mil formas. ¿nunca lo recuerdas muchacha ebria? A nadie le importa tu llanto ebrio tampoco tus lágrimas de claveles, en el lumbral de las cantinas entregas tu corazón derretido tu sexo ya está dormido, aún tus manos son delicadas tu cabello tan suave como la seda y tus labios carnosos de color carmín. Muchacha de estúpido sonreír deja la angustia, la tristeza y el abatimiento muchacha ebria deja de ser mendiga de amor.

La Otra

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Sí, así le llaman, ¡la otra!… A la que denominan: ramera, zorra, prostituta, callejera, sin vergüenza… Sí, a la No tan dama; a la que no le importa nada y no busca compromiso. Unas lo hacen por dinero otras lo hacen por venganza. Unas lo hacen por placer otras lo hacen porque les dan la gana. Sí, la segunda; la que tu marido te dejó por esa. Esa, la que te dejó sin amor y sin placer. Sí, así le llaman, ¡la otra!…