Mujer, Fuerza y Poesía (Por: Raquel Laínez 1980)

La puta vida me arrancó mis alas, las desprendió lentamente desde la nuca hasta terminar la espalda. Las cortó en dos y las tiró a las sombras de los lobos para que se las comieran.​ Y me convertí en ser humano.​ Conocí el dolor Conocí el hambre Conocí el odio Conocí la envidia.​

Orquídea de inmenso color e indefinido olor. Flor delicada y carnosa que evoca la lujuria de los mortales hombres. Pequeño botón que fuiste estropeado para dar inicio, a tu madurez y fertilidad. ¡Oh, divina flor! que gime que exalta emociones y vibraciones en el más puro centro orgásmico. Flor ardiente envuelta en jugosos néctares, delicados pétalos donde se posan las delicias del placer. Se aferran a tus ramas, esparcen la sustancia de sus semillas; que brotarán el fruto de tu vientre.

Ahí va la loca con su vestido blanco y su cabello desaliñado caminando entre flores y hierba fresca. Ahí viene la loca siempre con una sonrisa al que la ve pasar. Sí, esa es la loca a la que no le importa que la tachen de loca. Sí, esa es la loca a la que no le importa que se rían de ella cuando habla con las flores y los pájaros, la que acaricia con su cabello el viento la que puede dormir entre sus brazos la luna llena esa, que se deja mojar cuando llueve esa… la magnifica loca. ¡Oh, divina locura!, que estas entre la realidad y fantasía, llena de sueños, llena de gozo, llena de deseo, llena de todo. ¿Quién es esa loca?- se preguntan muchos Cuenta la historia que la loca se enloqueció con el primer amor, Amor a la vida Amor a la naturaleza Amor al alma Amor al hombre Amor al amor De esos amores que poca gente tiene, porque la avaricia la ciega la ambición la envuelve el egoísmo la encarna. ¡Que dicha tener la locura! Yo quiero ser esa loc

Se quebraron mis talones desde lo más alto y se hundieron entre piedras frías, inerte por el crepúsculo del mañana. Pozo sin fondo ahogaron mis letras y pensamientos en tintas incoloras indelebles pintadas en muros de cristal. Caja vacía, tejida por hilos negros corto punzantes para detener el tiempo sometido por el ayer.

Esta noche escribo un poema para ti: bajo la fina gota de tinta de mi silencio mi pluma se desliza sobre el papel y escribió por mí, la última palabra de la noche es tu NOMBRE.

Con mi maleta llena de esperanzas tracé un nuevo camino hacia tierras extranjeras. Llena de amor llena de ilusión, llena de tantas promesas que se dieron entre  sorbos de cafés; de los recuerdos que quedaron pendientes en el ayer. Entre risas infantiles sueños y fantasía; te idealicé, a mi lado y para siempre. El encuentro se dio nuestros cuerpos y almas se unieron esa noche. Con el alba, cual hoja cae con el otoño y confundida por las ráfagas de viento tu mirada se hizo indiferente y tú silencio me dijo adiós; tu boca se olvidó pronunciar Un te quiero Un te amo y tus manos nunca me volvieron a tocar. Y lloré. La noche se hizo eterna y la Luna se secó. A lo lejos, el cantar de los pájaros anunciaban un nuevo amanecer. Recogí mi maleta, llena de sueños rotos y amargos recuerdos. Comencé de nuevo mi camino mis lágrimas se confundieron a través de cristal con la llegada de la lluvia q

Hoy quítame este martirio de amarte mañana. Borra de mi mente los amargos recuerdos que tengo de ti; esta noche fingiré que me amas. Entra a mi habitación y no dejes espacio entre los dos rompe con tu desnudez el silencio de la noche, enciende la llama mi cuerpo te es conocido sólo tú lo haces vibrar. Acaríciame Desnúdame Excítame Devórame Ámame Moldea tus manos entre mis senos piérdete entre mis piernas aférrate a mis caderas deslízate suavemente sobre mi vientre no sueltes tus manos contra las mías súbeme otra vez más a tu cintura ¡penétrame! Te suplico que me dejes explorarte otra vez déjame llenarme de ti deja tatuado tu deseo en mi piel rasga el tiempo y olvídate de el ¡luego vete!... y no vuelvas jamás.