Sobras
Lo viste, estaba parado frente a ti. Con sus manos sucias se sostenía a través del fino vidrio. Lo típico que se ve en esta mugrienta ciudad, en los famosos Restaurantes. Lo miraste, pero lo ignoraste. Le diste la espalda, agachaste los ojos escondiste tu rostro y solo pensaste en ti. Alejaste a tus hijos para que no se acercaran. Te miró Te pidió Te señaló lo que quería Y lo seguiste ignorando. ¿Te dio miedo? ¿A qué? A su mal olor A su inmundicia A sus manos pálidas y sucias A su delgadez O al resistol que inhalaba dentro de una cajita. No dejaste que tus hijos se le acercaran. ¿Saben tus hijos quiénes son? o te da vergüenza mencionarlo. No te podrás liberar de ellos, son muchos están en todos lados, unos viven bajo los puentes otros en los parques unos duermen en las aceras otros los vemos en las esquinas de las calles. Son granos de arena perdidos en el desierto pequeñas mentes distantes de ojos pe...
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